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Yo te diré: J Balvin me salvó del rock

3 . 05 . 2018, 1:21 pm

Yo era, como tantos otros, reacio al reggaetón. Me acuerdo que en los primeros cumpleaños-fiesta de mis compañeras me escondía pa’ no bailar. De hecho, tengo el vivo recuerdo de estar bajo la mesa de las papitas y las bebidas junto a mis amigos, mientras las chiquillas nos tiraban de los brazos para que bailáramos […]

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Yo era, como tantos otros, reacio al reggaetón. Me acuerdo que en los primeros cumpleaños-fiesta de mis compañeras me escondía pa’ no bailar. De hecho, tengo el vivo recuerdo de estar bajo la mesa de las papitas y las bebidas junto a mis amigos, mientras las chiquillas nos tiraban de los brazos para que bailáramos con ellas. Qué tontería. Ahora vacilo desde el trap de Bad Bunny al dancehall de Bad Gyal y las maravillas de J Balvin, mi favorito.

Con el tiempo seguí haciéndome el anti-reggaetón, pero en el fondo siempre amé dos canciones: ‘El Teléfono’ de Héctor El Father con Wisin y Yandel y ‘Zun Da Da’, de Zion. Cambiaba la radio si sonaba Daddy Yankee o me ponía audífonos si en la sala alguien ponía J Álvarez. No entendía cómo alguien podía preferir el dembow por sobre los riffs de Angus Young o el bailoteo por sobre el mosh de Rise Against. Estaba en esos estúpidos grupos de Facebook que se llamaban como “El Rock es Cultura, el Reggaeton es Basura”, donde lo único que posteaban eran fotos de Dave Mustaine o James Hetfield con frases de la onda “dady yankee y justin biber son una mierda gay xdDDD”. Aigh.

Hasta que conocí a José Osorio Balvin, mi salvación. Ahora bailo, canto y hablo de reggaetón con orgullo y sin tapujo. Bueno, igual fue gracias a mi mejor amigo, con quien me senté en clases desde séptimo básico hasta cuarto medio. El Víctor es como un gurú en esto, conoce los hitos del Big Boss, la historia de Nicky Jam, quiénes fueron Endo y Lele, por qué Anuel está en la cárcel, qué es de El Father hoy en día… Todo lo que sé de este género urbano, lo sé gracias a él. Siempre me envía las últimas noticias de los artistas, los videos de las presentaciones en vivo, el remix de Dura, el regreso de Wisin y Yandel, Cardi B con el conejo malo y Balvin en Coachella.

Nunca pesqué al J Balvin antes de ‘Energía’ (álbum que ganó el Grammy Latino a Mejor Álbum de Música Urbana hace dos años), ese cantante que carreteaba con Farruko hasta las 6 AM o te cantaba trrra-trrran-trrranquila no me interesaba. Lo agarré con el lanzamiento de Ginza. Sí, sí, el medio hit, qué posero. Pero para mí fue una sorpresa. Si incluso rompió un Récord Guinness con esa canción, fue la canción de un solista que más tiempo se mantuvo como número 1 en la US Hot Latin Songs. De a poco, canción tras canción, colaboración tras colaboración y remix tras remix, me encanté del latino.

El año pasado lo fui a ver en vivo, obvio que estaba con el Víctor. Casi nunca voy a conciertos grandes porque me dan paja. Estaba junto a Nicky Jam, otro de mis preferidos. Fue mi primer concierto de reggaetón, quién lo diría. Su presentación fue una bomba, tan buena como la del Festival de Viña el año anterior (me acuerdo que esa la vi junto a mi grupo de amigues como si fuera un partido de Chile, todos alrededor de la tele con el volumen al máximo y los ojos pegados a la tele). No importó que no fuera su primera presentación en este país, no se guardó nada. Su banda, su cuerpo de baile y su voz son de un nivel altísimo.

Es difícil ver a un hijo del hip hop, del rap, del mismo reggaetón siendo sencillo, humilde, consciente. Se viste como quiere, se pinta el pelo -de uno o diez colores-, se tatúa la sonrisa de Nirvana o a mickey Mouse, huevea a sus amigos -como a Nicky– y a sus familiares -como a su hermana-. Vacila con artistas como Liam Payne, Beyoncé o Pharrell. J Balvin es sencillo y tiene claro de dónde viene y pa’ dónde quiere ir. En más de una canción se nota lo que le importa: “Tú eres libre así que vuela, mami”, “Yo voy a hacerte todo lo que me permita”, “Mi música no discrimina a nadie así que vamos a romper”, “No me la toquen que ella es una fiera”, “Si quieres yo me quedo pa’ otro round”. En algunas entrevistas habla y se ve que es humilde, por ejemplo, le regaló una cadena de oro con diamantes negros a todo el equipo que trabajó en Energía (sí, cualquier plata, pero no todos gastan esa cantidad en otras personas), el 2015 canceló su presentación en Miss USA luego de los dichos de Trump sobre los mexicanos, el oriundo de Medellín dijo que no era sólo sobre ellos, era sobre los latinos en general, “estamos hablando de nuestras raíces, nuestras culturas, nuestros valores”.

J Balvin es un seco pa’ los hits. No es, claro, el mejor de todos los tiempos, pero sí que sigue sus pasos. Es el segundo artista más escuchado en Spotify en todo el mundo, con 44.080.530 (2 de mayo 2018) oyentes mensuales, sólo detrás del canadiense Drake. El 25 de mayo lanza su quinto álbum de estudio, ‘Vibras’. Y ya tiene un hype gigantesco, o sea, ‘Mi Gente fue el primer single. ‘Ahora’ y ‘Ambiente’ son los otros dos. No puedo esperar, José.

 

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