La novedad
9 . 04 . 2018, 11:42 pm
Por Francisco Reyes Ahumada En el 2014 terminé el liceo y, fallando olímpicamente, no pude elegir una carrera universitaria a mi gusto. En cambio, me tomé el siguiente año sabático para rendir nuevamente la siempre mal ponderada PSU y reflexionar sobre qué estudiar. Ese 2015 no conseguí trabajo y varios amigos me dieron la espalda. Con […]
Por Francisco Reyes Ahumada
En el 2014 terminé el liceo y, fallando olímpicamente, no pude elegir una carrera universitaria a mi gusto. En cambio, me tomé el siguiente año sabático para rendir nuevamente la siempre mal ponderada PSU y reflexionar sobre qué estudiar. Ese 2015 no conseguí trabajo y varios amigos me dieron la espalda. Con suerte salía a comprar el pan por las tardes y, en esa soledad, me hice amigo de un antiguo compañero de clases.
Se otorgaba con orgullo el título de melómano y en su soledad, me instó a conocer otros géneros musicales y buscar activamente material desconocido para nosotros. El drama es que este amigo sólo me recomendaba bandas con un aura oscura y depresiva. Letras sobre romances que nunca fueron o metas que jamás llegaron a concretarse. Era mezclar tristeza con más tristeza. Pero dentro de ese abismo de pensamientos negativos se lanzó un disco que me sacó de ese pozo deprimente, y a la vez me abrió el camino hacia las bandas chilenas independientes. El “me quiero morir” había perdido peso en mi cabeza.
El 27 de marzo se lanzó el segundo disco de la banda “Tus Amigos Nuevos”. Lo escuché tres meses después de su lanzamiento, había leído sobre él en un foro online. Triunfo Moral, y sus ocho canciones, llegó como una patada que remeció mi jaula llamada cuerpo y despertó los pájaros que vivían ahí.
Con solo escuchar ‘La Novedad’ y ‘Jaleo’ las dos primeras canciones del disco, quedé atrapado durante 32 minutos hasta la frase que cierra todo: “Leo (bajista) baja, esta hueá está impresionante, pero tienes que bajar a escucharlo para que entendai lo que está pasando”.
Dejando de lado las interpretaciones de cada uno, sinceramente la mayoría de las letras no tiene gran profundidad. Pero la potencia que transmiten Diego, Javier, Leo y Manu logran que la experiencia de escucharlos valga la pena. Es un llamado a dejar tus problemas de lado y disfrutar de momento. Este sentimiento se vio reforzado cuando los vi por primera vez tocando en vivo. Se nota la sinergia entre sus integrantes y existe una relación especial con su público, la participación de los fans y las respuestas de los artistas crean un ambiente de saltar, gritar y cantar. Frente a T.A.N. hay que darlo todo.
Gracias a Triunfo Moral conocí a una de mis bandas chilenas favoritas, y fue el disco que me hizo sentir, otra vez, parte del jaleo.
