Miguel Bosé, para todas las edades y géneros
20 . 02 . 2018, 3:57 pm
Sinceramente no creo que existan los placeres culpables, quien debió acuñar el termino lo más probable sea alguien extremadamente reprimido que se niegue a disfrutar de aquello que le entregue satisfacción. Es por esto, que musicalmente yo no considero a Miguel Bosé como mi placer culpable, al contrario, lo disfruto bastante. Es de esos gustos […]
Por Valentina Ortega
Sinceramente no creo que existan los placeres culpables, quien debió acuñar el termino lo más probable sea alguien extremadamente reprimido que se niegue a disfrutar de aquello que le entregue satisfacción.
Es por esto, que musicalmente yo no considero a Miguel Bosé como mi placer culpable, al contrario, lo disfruto bastante. Es de esos gustos musicales que una adquiere por escuchar tanta Radio Imagina con la abuela.
Y sí, es de esos cantantes de “música cebolla”. Su público en general son mujeres adultas -las mamás de Chile lo aman- pero también hay personas como yo a las cuales ha logrado atraer por diversos motivos, y por los que creo Bosé se convertirá en el soundtrack del ocaso de la época veraniega que son estas últimas semanas de febrero. Ya lo es, de hecho. Esta noche no sólo abre el Festival de Viña del Mar, sino que lo hace como uno de los pocos que han sido homenajeados bajo el título de Ícono del certamen.
‘Morir de Amor’
Sus inicios como cantante ya son un motivo para amarlo. Entre el final de los años 70 y principios de los 80, Bosé le entregó al cancionero popular éxitos como ‘Linda’, ‘Morir de amor’, ‘Teorema’, ‘Don diablo’, ‘Amiga’, entre otros. Una etapa donde surge como el ídolo juvenil del momento, Justin Bieber es una alpargata a su lado, si de encanto hablamos.
El español irrumpió en la escena musical con su cara de ángel, aires naif, mallas al estilo Ziggy Stardust y bailes mejores que los de Raffaella Carrá. Lo que más llama la atención es que el cantautor ya daba indicios de esa marcada ambigüedad sexual, y a pesar de que en la época de por sí la sexualidad fuese un tabú, logró conquistar a las y los jóvenes, como lo hizo en su presentación en Viña del Mar el año 1982.
Así como todos, Miguel también maduró y en cierto punto, a mitades de los 80, su estilo musical cambió, se tornó más pasivo, sobrio y elegante. Dejó de lado las canciones dignas de teleserie de la tarde, por aquellas que serían el soundtrack perfecto para una serie nocturna.
‘Como un Lobo’, ‘Si tú no vuelves’ y ‘Bambú’ son canciones que tienen unos toques en los ritmos y notas a lo The Cure y Depeche Mode en sus tiempos, pero siempre llevados a la balada pop con buenos resultados. Es también en este periodo de su vida donde definitivamente se transforma en ícono queer: es amigo de Andy Warhol, de Ana Torroja, y se trasviste para Almodóvar en el filme Tacones Lejanos del 1991.
Si Miguel Bosé hoy puede dormir sobre los laureles es debido a su talento y magnetismo. Es innegable su poder de seducción, da lo mismo si se es mujer u hombre: Bosé es una persona atractiva, y no solo estamos hablando del físico. Siempre ha cultivado esa aura de misterio que te hace preguntar ¿a quién le canta?, ¿está hablando de su infancia, sobre su padre o su madre?, ¿de su pareja?, y más interrogantes se crean ante su persona seductora y performática.
Termina conquistándote con su ambigüedad. Puede cantar algo muy movido, romántico y melódico. Pasar de lo reflexivo a lo lúdico, de lo femenino a lo masculino. Este sujeto de índole ambiguo puede gustarte a ti y a tu mamá y a tu papá, porque simplemente es encantador. Que mejor prueba que ‘Morena mía’, a mi parecer la mejor canción de su carrera, y la más probable en lograr que pierdas los calzones o calzoncillos por Bosé.
Sus últimos trabajos no han logrado tener tal éxito, lo más probable sea debido a que son recopilaciones, reversiones, más compilaciones, y una que otra nueva composición, como ‘Libre ya de amores’ del 2014. A pesar de esto sigue provocando la misma euforia, vende todas sus entradas de conciertos y ha sido el artista hombre que más veces se ha presentado en el Festival de Viña. Gloria Benavides iguala esta cifra.
Esta noche vamos a poder cantar otra vez los clásicos que, a muchos, nos acompañan desde la primera infancia. Reúnan a sus familias, junten los pañuelos. “Hace 90 minutos aún eran nueve veces en la Quinta Vergara…. Ahora queremos pedirte que te gires, que mires a esa pantalla, porque este ha sido tu propio viaje de emociones”, se rumorea que dice el libreto de esta inauguración estival que premiará en vivo al músico. Con alcaldesa y todo sobre el escenario, se espera que Bosé sea despedido como el primer artista Ícono de la fiesta de la V región.
“¡Cómo no sentir que eres parte de nosotros! ¡Cómo no emocionarse con todo lo que hemos vivido juntos!”, quizás diga la animadora esta noche, mientras nosotros nos quedamos en el sillón esperando que pronto ya sean once veces.
