La historia de cómo he tenido que modificar mis playlists muchas veces
16 . 05 . 2019, 1:33 am
En tiempos como estos, ésta se ha convertido en la pregunta del millón: ¿Se puede separar la obra del artista? Por: Sofía Fraile Cuando supe lo que era el feminismo en plena adolescencia comencé a cuestionar y visibilizar muchas cosas que ocurrían en mi diario vivir. De igual forma veía en las redes sociales como […]
Por Sofia
En tiempos como estos, ésta se ha convertido en la pregunta del millón: ¿Se puede separar la obra del artista?
Por: Sofía Fraile
Cuando supe lo que era el feminismo en plena adolescencia comencé a cuestionar y visibilizar muchas cosas que ocurrían en mi diario vivir. De igual forma veía en las redes sociales como se dejaban de normalizar conductas tóxicas y machistas materializando esto básicamente en las llamadas “funas”. Mientras veo memes de gatitos en Instagram, sigo bajando y aparece una niña con rabia y pena describiendo gráficamente todo el dolor y sufrimiento que pasó con quien era su pareja hace poco. Inmediatamente siento empatía y olvido mi individualismo.
Los millennials creemos más en una acusación social que en la misma justicia, es un hecho. Pero, las funas no solo existen para increpar a una persona por sus nefastas actitudes y acciones, sino por algo mucho más importante : sororidad. Es algo así como un “amiga por favor ten cuidado, no quiero que nadie más pase por lo que yo pasé” y se hace importante difundirlo. Obvio, todo esto no es fácil para ninguna, no es fácil salir de las percepciones machistas con las que nos criaron, no es fácil no culparnos a nosotras mismas, mucho menos dar un testimonio.
El feminismo es transversal, al menos para mí. Creo que es aplicable a todos los aspectos de mi vida; desde el cuestionarme por qué no me dejaban jugar fútbol cuando era chica, hasta preguntarme por qué me silban desde un auto en verano.
Aplicarlo a la música me ha llevado a sufrir muchas decepciones. Toda mi vida he estado relacionada alguna u otra forma a ella. He tenido referentes muy especiales y artistas preferidos, pero creo que todo cambió cuando leí una serie de reportajes que publicó POTQ , abrí los ojos, ahí me cuestioné mis playlists enteras, borré muchos artistas y de verdad me costó, todo sin antes tener que entrar en ese dilema que a veces surge: ¿Debería separar la obra de su artista?
“Pucha que me gustaba esta canción” muchas veces pensé mientras escuchaba algún tema que tanto canté en la ducha, pero que después,al recordar el testimonio de alguna de las víctimas, se me pasaba y esa admiración se transformaba automáticamente en rabia, en decepción. ¿Cómo podía estar avalando el arte por sobre las conductas del mismo artista? Pero Sofía, “hay que apreciar el talento”, me diría J Balvin y yo respondería: no. No puedo escuchar música y apreciar el talento de alguien que mientras hace giras y saca discos abusa, manipula y violenta a una persona sobre todo cuando su discurso hacia su público es de amor, respeto y hasta de aliado feminista.
Tal como existen personas que no separan al artista de la obra, existen otras que no se lo cuestionan dos veces; un gran ejemplo de ello es el caso de Chvrches que durante este mes manifestaron tajantemente su descontento y desaprobación al enterarse de que Marshmello (quien había colaborado anteriormente con la banda) trabajaría con Chris Brown y Tyga, conocidos abusadores.
Todas ya hemos usado el termino “cancelado”, ha estado muy en boga en las redes sociales desde hace un tiempo y en esta últimas semanas se ha visto bastante evidenciado en perfiles como el de Justin Bieber o el famoso Youtuber James Charles, quienes han sido bombardeados de comentarios, siendo apiedrados en la plaza pública de instagram.
Y bueno, el dilema ya mencionado de hacer la separación entre lo que crea un artista y lo que hace fuera de los escenarios o pantalla, puede que en algunos casos sea menos cuestionado.
Fue lo que pasó con James Charles, quien ha perdido alrededor de 3 millones de suscriptores en tres días, después de haber sido acusado de acosar a hombres. Sin embargo, mientras leía twitter, cual señora de este siglo, me fijé en un tweet que me cuestionó bastante esta situación: ¿por qué la funa a James fue tan rápida y tan masiva? mientras que con Chris Brown, se demoraron 10 años. Recordemos que en el año 2009, el cantante golpeó a Rihanna, quien fuese en ese entonces su pareja. ¿Será porque las víctimas en el caso de Charles fueron hombres? ?
De todas formas es tema de debate, no solo en las redes sociales e internet. Es algo que se ha conversado en juntas con amigos, eventos o incluso en las reuniones de pauta de este humilde sitio de música. Al menos estos últimos casos han ayudado a poner la discusión sobre la mesa y acciones como la de Chvrches son un ejemplo para muchos casos locales en donde medios y bandas siguen apoyando a quienes más de una vez han sido funados y públicamente expuestos como abusadores.