Fauna Otoño: Ana Tijoux, Louta y Ms Lauryn Hill
6 . 05 . 2019, 4:34 pm
Por Constanza RifoFotos por Guillermo Calderón Si algo tengo que destacar de los espectáculos que vimos en Fauna Otoño, entonces hablemos de Ana Tijoux, Louta y Ms Lauryn Hill. Tres shows de primera, que en algunos casos lidiaron con los problemas de sonido y sortearon los cambios de horario con puestas en escena que superaron […]
Por Constanza Rifo
Por Constanza Rifo
Fotos por Guillermo Calderón
Si algo tengo que destacar de los espectáculos que vimos en Fauna Otoño, entonces hablemos de Ana Tijoux, Louta y Ms Lauryn Hill. Tres shows de primera, que en algunos casos lidiaron con los problemas de sonido y sortearon los cambios de horario con puestas en escena que superaron las expectativas con creces.
Se bajó The Internet del festival, por motivos de la depresión que sufre su vocalista, y varios quedamos con la moral en el piso. Era la oportunidad de ver a Syd en vivo, una de las pocas mujeres negras y lesbianas prominentes en el ambiente musical, que hoy con más empoderamiento de su trabajo y dejando atrás los antiguos cuestionamientos, trabaja a diario por construir lazos entre las mujeres en la música. De todas formas valía la pena ir, pero esta situación sin duda accidentó el desarrollo del evento.
Después del show del mexicano Cuco, frente a un público reducido y poco entusiasta, era el turno de una de las más grandes representantes de la música chilena: Ana Tijoux. Con su orquesta y el discurso social que tanto la caracteriza, y un poco molesta por los problemas de sonido, luego de pedir disculpas al público, se lanza de largo con uno de los mejores shows de la jornada.
Me parece notable rescatar en un 100% lo que Tijoux dice sobre el escenario apuntando a la música sin contenido y el poder de las letras que aún tienen un mensaje. Palabras que resuenan fuerte en nuestras mentes mientras esperamos a Lauryn Hill, me hace mucho sentido el mensaje de la chilena antes de vivir los 20 años de “The Miseducation of Lauryn Hill” (1998), uno de los discos que reivindicaron la cultura afroamericana.
“Lamentablemente las letras ya no importan nada, yo sigo pensando que las letras son una manera de cambiar el mundo y sé que puedo sonar aburrida pero carajo, escribir canciones es parte de la educación popular y no es que uno sea grave, es que el resto está grave, entonces los invito a escuchar grandes autores nacionales que aún dicen cosas en sus canciones, y profundizar con raíz porque hay mucho talento en este país que merece un espacio. Las canciones son parte de un proceso eso es hip hop. Esto se llama Antipatriarca”.
El argentino LOUTA nos rompió la cabeza. Un espectáculo que se llevó todos los aplausos, nos hizo vivir una experiencia a partir de su disco “Enchastre”, que ya es en sí mismo una aventura que te lleva por diferentes estilos, estados anímicos y mensajes. Eso llevado al vivo que ofrece Jaime James se convierte en una presentación que nadie esperaba.
Su madre, la directora y bailarina Ana Frenkel, y su padre, Diqui James, fundador de las compañías teatrales Fuerza Bruta y De La Guarda, dejaron una influencia innegable en el trabajo de Louta, quien acompañado de bailares y distintos recursos escénicos entregó un enérgico show marcado por la aparición en escenario de Javiera Parra, amiga de sus padres y gran intérprete nacional, quien cantó “Ayer te vi” junto al argentino, y la aparición entre el público de la burbuja de plástico, con girasoles y papeles brillantes impulsados por el aire que se mueven a su al rededor, que ya había mostrado en otros espectáculos, desde la que emerge LOUTA cantando “Un lugar adentro”.
La presentación de LOUTA tenía dejos de sideshow, una pieza que dentro o fuera del festival funciona perfecto y nos deja atónitos con tanto talento y interpretación de primera. Esperamos que vuelva, porque siempre va a hacer Sahne Nuss para esperarlo.
Foto por Guillermo Calderón / @guilledcg
Lauryn Hill se llevó todos los aplausos, los 20 años del disco que cambió la historia del soul, el jazz y el hip hop se desenvolvían frente a nuestros ojos con el ímpetu de una artista más que consagrada y esperada por todas las generaciones presentes en el público de manera transversal.
Con un show lleno de imágenes nostálgicas que nos acercan a realidad negra y reivindica agrandes figuras de la música nos dejamos llevar por una Lauryn Hill de 43 años que deja claro sobre el escenario que su música no pierde vigencia, que sigue siendo muy necesaria, que es una artista que no se olvidó nunca del sentido y lo transformadora que puede ser la música.
Con un equipo de primera y tres coristas que armonizaban los tonos más agudos de las canciones, Lauryn fue el espectáculo más potente de la noche de Fauna Otoño, verla fue un privilegio para todos los que estuvimos allí, y que nunca olvidaremos la jornada en la que presenciamos el espectáculo de la rapera que fue ejemplo y referente para sus pares y para muchas generaciones de mujeres que suben al escenario día a día, un ejemplo inagotable de tesón, talento y riesgo. Gracias Lauryn por existir.
