Polimá WestCoast en Lollapalooza: El trap es cultura y van a tener que escucharnos
2 . 04 . 2019, 1:37 am
Ante una multitud que reflejaba la transversalidad del trap, Polimá Westcoast, el chileno-angolés de 21 años y un año de carrera musical, debutó ayer en Lollapalooza. Su show repasó canciones de sus dos discos y varias colaboraciones que motivaron al movistar arena completo. Si de trap se trata Poli no podía quedarse fuera y con […]
Ante una multitud que reflejaba la transversalidad del trap, Polimá Westcoast, el chileno-angolés de 21 años y un año de carrera musical, debutó ayer en Lollapalooza. Su show repasó canciones de sus dos discos y varias colaboraciones que motivaron al movistar arena completo. Si de trap se trata Poli no podía quedarse fuera y con justa razón.
La impaciente fanaticada del artista chileno se calmó un poco con la entrada de El Ambidieztro y Rehm en los controles, quienes calentaron los motores para la aparición en escena del protagonista de la velada. Polimá WestCoast, vestido de blanco bajo una jardinera burdeo, entró luego del icónico “No Poli, no otra vez” de la voz de Shita, para comenzar su set con ‘Lil Uzi Vert’.
Temas como ‘Memes’ y ‘Si o Si’ demostraron que no sólo de colaboraciones vive el brokeboi. Entre cada “one, two, three”, la masa que de a poco llenaba el Perry’s Stage, se volvía loca y tumbaba la Arena. Uno de los puntos más altos fue -como podía esperarse- ‘Te Quiero Ver’ tras la aparición de Young Cister al escenario, quien con sus pantalones blancos, combinaba a la perfección con el Poli.
De ahí los dos se concentraron en trabajos que han hecho juntos (incluyendo su collab con Gianluca), como ‘Actitud’ y ‘Beach with my Bix’. La energía que estos dos chicos entregaban al público era impresionante, corriendo de izquierda a derecha, saltando arriba de los controles, bajando del escenario o subiendo a la reja, el Cister y el Poli lo daban todo junto a su gente -que, como dejaron claro repetidas veces, esperaban al ShiShiBoss-.
La emoción que sentían sobre el escenario era notoria y la sonrisa no se iba de sus rostros. El sueño que tenían de chicos se hizo realidad y eso que aún les queda un largo camino por recorrer. La forma en que se entregan a su público y cómo conectan con ellos los ha llevado a donde están. No importa si son adolescentes o adultos jóvenes, de Plaza Italia pa’rriba o de la periferia, el trap se escucha en todas partes, el trap se ha vuelto cultura.
El cierre perfecto para la presentación, y que tanto tanto tanto pidieron, era ‘My Blood’ junto a Pablo Chill-E, que tal como cuando acompañó al Siempre Triste con ‘Sismo’ el día anterior, se le veía emocionado y orgulloso por sus compañeros y por el trabajo que él mismo ha desarrollado. Por siempre quedará en la historia del festival, del género y de sus vidas el “Polimá cualquier wa vo soy ShiShiGang” que hizo retumbar los corazones que latían en el Movistar Arena.
