Los nuevos ochenta de MGMT
7 . 11 . 2018, 1:08 pm
Por Vicente Reyes En estos últimos años, la cultura pop ha estado marcada por un fenómeno nostálgico del que pocos se han podido escapar. La idealización de los ochenta como la década de la infancia de nuestra sociedad ha traído -a gusto de este humilde escritor- más meh que aciertos. La moda de los cortavientos, […]
Por Picnic
Por Vicente Reyes
En estos últimos años, la cultura pop ha estado marcada por un fenómeno nostálgico del que pocos se han podido escapar. La idealización de los ochenta como la década de la infancia de nuestra sociedad ha traído -a gusto de este humilde escritor- más meh que aciertos. La moda de los cortavientos, bacán. Los remakes en el cine, no bacán. La estética ochentera en cada serie de Netflix: meh (excepto por la segunda temporada de Stranger Things, no bacán). La saturación de hits ochenteros como Africa de Toto: definitivamente no bacán. Lo que sí es bacán y nadie pensaba que lo sería, es el cuarto disco de MGMT, Little Dark Age (Columbia, 2018)
La banda que hace diez años amenazaba con comerse el mundo con sus híper-mega hits indie parecía haber desaparecido un poco del plano. Daba la impresión de que al dúo nunca les sentó bien eso de la fama y las luces (Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden eran lo más lejano a un par de rockstars) y por eso se auto-saboteaban la carrera con discos como Congratulations (2010) y MGMT (2013), cada uno más alejado del sonido radial de su debut Oracular Spectacular (2007).
Que no se malentienda, el problema no viene cuando una banda busca nuevos sonidos ni muestra una evolución evidente y necesaria, pero sí cuando parecen perder el rumbo musical. Con su homónimo, MGMT parecía haber perdido todo aquello que los había llevado a la cima de la escena indie. Aún había ironía en las puntudas letras de Andrew, distorsión en las líneas de bajo y sintetizadores y psicodelia por montón. Pero faltaban las grandes melodías, esas que se te meten tan profundo que no puedes dejar de escucharlas en bucle hasta, o hacerlas parte de ti, o hartarte de ellas.
Con Little Dark Age, vuelven las grandes melodías, esta vez adornadas con nostalgia ochentera y con temáticas tan actuales como la cultura fit, los smartphones y la plástica esfera en que nos relacionamos.
Desde los primeros minutos ya sabemos lo que se viene. “She Works Out Too Much” tiene todo lo que nos encanta de los ochenta: los acordes marcados con sintetizadores baratos, el bajo funky invitando a la pista de baile, el innecesario solo de saxo y cómo no: un coro terrible de bueno.
“Little Dark Age” le da el título al disco y nos sumerge en una atmósfera oscura, como una oda al terror de serie B y a Depeche Mode. Tremenda combi. La percusión hipnotizante, los sintes tenebrosos y la voz con harto reverb son buenas, sí, pero el final en crescendo es mejor.
“When You Die” completa uno de los mejores arranques que he escuchado este año. Escrita en conjunto con el ícono del pop psicodélico de la última década, Ariel Pink, es un viaje psicodélico en la que pareciera ser una mezcla entre la comedia del primer tema y la oscuridad del segundo: un homenaje a la banalización ochentera del miedo y de lo tenebroso. Si hasta hay voces fantasmagóricas en la mitad del tema, que lo que menos dan es miedo.
Con “Me and Michael”, MGMT dan otro giro acorde a sus tiempos. Más de Blondie que de Lollapalooza, quién lo diría. Y eso que sus hits como “Kids” o “Time to Pretend” son sinónimos de coronas de flores.
Si en 2008 el propio dúo se definía como “música de los setenta del futuro”, hoy pasaron al siguiente nivel. Música de los ochenta del futuro. Como los últimos Daft Punk pero psicodélicos. Como el vaporwave. Como “TSLAMP”.
Y el futuro es hoy, viejo. Y por hoy nos referimos, obvio, a la noche de este sábado 10 de noviembre, cuando los estadounidenses se presenten por tercera vez en nuestro país, después de cuestionados conciertos en el Lollapalooza de 2012 y en el Teatro Caupolicán en 2014.
La cita será en el Festival Fauna Primavera 2018, a las 22:30 en el escenario que le da el nombre al festival, en que compartirán con artistas como Lorde, Death Cab for Cutie y Warpaint, entre otros.
