Paracaidistas lanzó Bruxar y nos regaló la fiesta del descontrol
2 . 04 . 2018, 11:31 pm
*Foto por Javiera Muñoz Este viernes 30 de marzo, fue la fecha elegida por Paracaidistas para lanzar en vivo su primer larga duración Bruxar. Mientras todo el mundo se preparaba para escapar a la playa y disfrutar del fin de semana largo, una decena de jóvenes (y no tan jóvenes) repletaban el recinto “secreto” ubicado […]
Por Francisco Trejo
*Foto por Javiera Muñoz
Este viernes 30 de marzo, fue la fecha elegida por Paracaidistas para lanzar en vivo su primer larga duración Bruxar. Mientras todo el mundo se preparaba para escapar a la playa y disfrutar del fin de semana largo, una decena de jóvenes (y no tan jóvenes) repletaban el recinto “secreto” ubicado en calle Santa Isabel, que era ubicable con un tímido letrero que decía “Paracaidistas aquí”. Los santiaguinos no tocaban solos, sino que se armó un ParacaFest, que contó con la participación de Medio Hermano, Cajitas Rectangulares y Dolorio & Los Tunantes. Bienvenido a la semana santa más punk de tu vida.
Los encargados de abrir los fuegos fueron los siempre energéticos Medio hermano, que con un solo acorde lograron levantar a todo el público presente. Hitazos como ‘Una bala en medio de la nada’ y ‘El chico del pórtico’ iniciaron la euforia vivida durante toda la noche. Además, de las ya clásicas canciones de Lucha Libre, el cuarteto liderado por Mico Rubilar se dio el tiempo de presentar una canción nueva, que vendrá en un trabajo de larga duración a estrenarse próximamente.
Seguía Cajitas Rectangulares, y su sonido punk no dejó indiferente a nadie. El mosh se armó y no fueron pocos los que tras la presentación tuvieron que ir rápidamente a tomar aire, en un recinto donde el calor era evidente. Los porteños tenían la difícil tarea de hacer bailar a un público que en general no los conocía. Minutos antes de su presentación escuché a un asistente decir “no cacho a la banda que viene”, ya comenzada la presentación el mismo asistente lo dio todo en el tumulto de codazos y patadas.
Ni el calor ni el sudor fueron impedimento para disfrutar de uno de los números más potentes del último tiempo: Dolorio & los Tunantes. Casi partiendo la presentación, Rodrigo Herbage, vocalista, bromeaba y explicaba las reglas al público “no se acerquen mucho a los micrófonos, hay una ley de proximidad”, regla que fue muchas veces quebrantada entre saltos y golpes de los asistentes. El conjunto interpretó casi la totalidad de su repertorio, poniendo principal hincapié en los temas de Muerte es mentira, el más reciente EP lanzado por la agrupación. Momentos inolvidables se vivieron cuando los Tunantes interpretaron un clásico dentro de la escena nacional, ‘2667 (Lou Reed en Chile)’, donde todas las voces se unieron para cantar con más fuerza que nunca.
“Hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes que puede provocar molestias en diferentes partes de la cabeza”: así define la RAE el término ‘Bruxar’, el mismo que da nombre al primer larga duración de Paracaidistas, quienes comparte un poco de la definición. La mezcla de las voces en el disco, junto con las baterías frenéticas y las guitarras que no dan un momento de descanso, pueden ocasionar molestia en los auditores menos familiarizados con la banda.
Casi las 12 de la noche y salen al escenario los headliners de la noche, Paracaidistas, que, tras una pequeña dificultad técnica causada por una cuerda en la guitarra del también vocalista, Joaquín Saavedra, parten su presentación. Como ya es un sello personal, cada canción se interpretó con una velocidad superior a como se encuentran en los trabajos de estudio, siempre acompañada de la energía presente en todas las presentaciones del grupo.
Inicio avasallador con el track que abre el disco y que deja claro el estilo de Paracaidistas, ese pop con toques punk que tanto hace saltar y que anoche no dejó a nadie sentado. Como buen lanzamiento de disco, no hubo muchas sorpresas en el orden de las canciones, ya que todos los temas fueron interpretados de la mismo forma en que vienen en su contra parte de estudio. Resulta interesante hacer un paralelo entre grabación versus en vivo, sobre todo con un conjunto como Paracaidistas, que no solo logra un sonido que vale la pena oír, sino que también logra una total puesta en escena, con los músicos en escenario dándolo todo. Los gritos y los saltos de los integrantes convierten cada presentación de la banda en una experiencia única.
“Otra vez y otra vez, el mundo se acaba igual” dice ‘Posmodernismo’, una de las canciones más conocidas dentro del repertorio de los Paracas, y que ayer dejó a varios sin aliento. Si con los artistas invitados el mosh era intenso, con Paracaidistas el público alcanzó otras cuotas de entusiasmo, bailando como si su vida dependiera de ello. En los 3 meses de vida que tiene el disco, el público demostró que sabía cada letra y compás de memoria. ‘Respeto público’ es otro de los temas que más furor causó. También incluida en el EP homónimo del año 2015, logró un simpático juego de voces entre el público, mientras algunos seguían la letra principal, otros hacían la segunda voz de la canción.
Puestos a terminar su presentación la banda interpretó ‘Rompamos los carteles electorales’, sacando toda su rabia política que más de alguno se tomó personal y gritó con euforia. Acompañados de Mico Rubilar en la guitarra y entre gritos de Mari, bajista, se dio fin a la presentación con ‘Nihilismo’, dando descanso a los fanáticos que se quedaron pidiendo más.
Lo de anoche fue una confirmación: confirmación de que Paracaidistas hace tiempo se ha estado convirtiendo, con méritos propios, en uno de los proyectos más interesantes del último tiempo. Confirmación de que trabajando a pulso se puede salir adelante. Confirmación de que el esfuerzo vale la pena. No por nada el primer larga duración del quinteto era uno de los trabajos más anticipados del último tiempo. 2 años demoró en salir a la luz Bruxar, y entre tocata y tocata, el grupo logró acaparar cada vez más fanáticos, mismos fanáticos que el pasado viernes dieron su incondicional apoyo al sonido punk de Paracaidistas que con su primer larga duración, llegaron para quedarse.
