[La Once] Palta, feminismo y Fuego Artificial, una conversación con Las Ligas Menores
12 . 06 . 2018, 11:45 pm
Hoy inauguramos una nueva sección en nuestra web, se trata de La Once, un lugar donde conversamos, mientras tomamos té y comemos pancito, con bandas y artistas latinoamericanos. Nuestros primeros invitados son Las Ligas Menores, un quinteto que nació en Buenos Aires y que pasó por Chile a inicios de este mes. Hablamos sobre su […]
Hoy inauguramos una nueva sección en nuestra web, se trata de La Once, un lugar donde conversamos, mientras tomamos té y comemos pancito, con bandas y artistas latinoamericanos. Nuestros primeros invitados son Las Ligas Menores, un quinteto que nació en Buenos Aires y que pasó por Chile a inicios de este mes. Hablamos sobre su nuevo disco, la relación del grupo con su sello, el movimiento feminista argentino y qué están cocinando ellos para el futuro próximo.
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¿Has notado que la primera vez que uno(a) lleva a su pareja a la casa a tomar once y la presenta a su familia es súper emocionante y dan nervios por lo que pueda pasar? Ya, esto fue así, pero con cinco personas mayores que yo, que no son chilenas y ni siquiera sabían qué es una once y por qué se llama así.
Cinco para las siete. 6:55 pm. Llegaron Las Ligas Menores al centro de operaciones de PicnicTV para la entrevista. Teníamos harta palta ($$$), marraquetas en el horno, el agua apunto de hervir y rosquillas en la mesa. Las cámaras estaban cargadas y cada operadora estaba listo para hacer lo suyo.
Bajé a buscarlas, subimos y al entrar conversamos sobre cosas nimias, el frío de ese miércoles, a qué hora tocarían esa noche, en qué andaban antes de llegar, cómo estuvieron las fechas anteriores y si querían tecito. Anabella (guitarra y voz), María (bajo y voz), Nina (teclados), Pablo (guitarra y voz) y Micaela (batería) se sentaron alrededor de la mesa y se sirvieron algunas cositas, “andaban tímidos”, diría un amigo.
La Once
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Entre nervios, le comenté a la banda que los vi el domingo anterior en Matucana 100, esa tarde-noche helada estuvieron acompañados por Chini and the Technicians, El Cómodo Silencio de los que Hablan Poco y Los Valentina, que hace rato no tocaban.
Partieron con ‘Peces en el Mar’, que también abre el disco, y les dije que me llamó la atención cómo sonrieron cuando el público cantó palabra por palabra junto con ellos. Respondieron que eso les sorprendió igual que cuando vinieron el 2016 y que probablemente seguirá siendo así, porque para Anabella, en Las Ligas Menores “nos seguimos poniendo nerviosos”.
La banda bonaerense hizo en total cuatro fechas en suelo chileno, y las agotaron todas. Ana sonrió y comenta que les sorprendió y que es primera vez que les pasa. María cree que son “bastante conscientes del riesgo que toma la gente que nos invita a tocar”, sobre todo las productoras independientes como Sideral o Huracán, al igual que durante su paso por Perú y México. “Por más que uno esté muy contento de ir, también querés estar a la altura y siempre es una incertidumbre”.
El años pasado, la banda pasó por el festival californiano Coachella, y estuvo en casa junto a Gorillaz y Kali Uchis en el BUE: del primero no esperaban tanto, iban con la emoción de estar en el festivales en sí y de estar en el cartel. Pablo recuerda que hubo una buena reacción a la banda, hicieron pogo y llegaron al público latino que abunda en California, en plena Costa Oeste.
Anabella siente que tanto las producciones grandes como las chicas e independientes tienen “su encanto”, pero que “por ahí siempre preferís los que son más cercanos con el público”. Nina cree que en los festivales más grande “estás más solo” y que las producciones te “suelen dejar medio tirado”, mientras que los productores independientes te acompañan y están mas cerca tuyo. Uno de los colaboradores de Sideral -los responsables de esta visita- y parte de Cuna de Gato, nos comentó que la banda los considera como sus padres, ellos les decían dónde y cuándo tenían que estar y a qué lugares podían o no ir. Igual, qué suerte tener hijos tan talentosos, ¿no?
Las Ligas Menores tiene una parte fan, al fin y al cabo, son como el resto de nosotros. Los cinco coinciden en que, por ejemplo, en Coachella aprovecharon de ver a bandas que antes no habían visto y que en realidad “ninguno hubiera pensado ir como público”. María recuerda que gracias a ese viaje conocieron a los estadounidenses Guided By Voices y que conversaron con ellos como colegas, algo que “ni en una fantasía” lo imaginaban, era “una locura”. “Por ahí nosotros somos un caso particular”, dice la que también se desempeña como arquitecta, independiente, obvio.
Ellos, como caso “particular”, ven algunas similitudes y diferencias entre el manso indie mendocino y lo que fue el boom de Laptra hace unos años. La tecladista ve el surgimiento de ambos fenómenos como algo similar: “Pasó que de un día para otro comenzó a circular la banda”. Pablo ve la diferencia en que en Laptra ocurrió lo que dice la canción de El Mató: “Amigos formemos una banda de rocanrol, guitarras guardadas en el placard”, fue de un día para otro. En cambio los de Mendoza “tienen una puesta en escena mucho más de músico profesional”. María argumenta que la diferencia pasa por la brecha generacional, las estética y las influencias de cada movimiento, ellos tienen “muchos puntos en contacto con el rock argentino tradicional y con Mac DeMarco“, mientras que Laptra tiene raíces en el punk argentino.
Las Ligas se unió al poco rato de vida al colectivo artístico que partió con los integrantes de 107 Faunos y El Mató un policía Motorizado, pero no necesitan de Laptra para ciertas cosas, aunque sí es algo que los representa y los hace formar parte de algo que conocían e incluso les gustaba de antes. Pablo y Nina explican que el sello es como una red de apoyo, donde si el fin es editar discos, se ayudan entre bandas para lograrlo. Si quieren poleras, Morita de los Faunos las hace. María cree que “si Laptra no existiera más, no estaríamos en ningún otro sello”.
El manso indie de Mendoza tiene “muchos puntos en contacto con el rock argentino tradicional y con Mac DeMarco“, mientras que Laptra tiene raíces en el punk argentino.
La grabación fue hecha en el estudio Resto del Mundo, de los hermanos Tom y Felipe. En ese mismo lugar la banda suele ensayar, ahí grabaron El Disco Suplente, su primer EP, celebran cumpleaños, baby showers, asados. El lugar le dio un ambiente familiar al proceso.
Micaela cuenta cómo llegaron al nombre del disco. Partieron con la portada, que se inspiró en la escena de una película japonesa en la que un barco con gente adentro ve los fuegos artificiales de un festejo de final de año, y según Pablo, al ser pintada en acrílico tomó “otras significaciones” porque “nadie entendía que fueran fuegos artificiales”. De ahí sacaron el título, que era como “un guiño porque justo nadie sabía qué era ese reflejo”. Para Nina, lo lindo es que dentro de esa oscuridad haya un foco de luz, lo que habla del clima de las canciones, que tienen esa dualidad de la letra triste y la melodía alegre.
El 6 de junio fue convocada la marcha “Precarización vivimos todas” por la Confech y la COFEU (Coordinadora Feminista Universitaria) y los argentinos se la toparon en el centro. En su país, miles marcharon días antes por motivos similares, pues este miércoles 13 se discutirá por primera vez en una sesión “especial” la Ley de aborto libre, “legal, seguro y gratuito” agrega Nina, quien explica que allá la realización de un aborto es no punible bajo ciertas circunstancias, pero que en algunas provincias no se cumple la ley ya que “toman políticas particulares y no respetan eso”. La dueña de casa tenía uno de los icónicos pañuelos que representan el apoyo al aborto libre y pidió que la banda se lo firmara, las chicas no tuvieron problema en hacerlo y Pablo, el único hombre del grupo, preguntó antes si podía hacerlo. Le dijeron que sí. ¿Ven que es importante preguntar antes de hacer algo que compete a otra persona?
Nuestra directora, Constanza Rifo, llevó el feminismo a la música y quiso saber cómo actúa Las Ligas Menores en su escena. La tecladista cuenta que allá está pasando algo similar a lo que ocurre en Chile, “la respuesta es dejar de trabajar con ciertas personas, evitás tocar con algunas bandas”. La bajista cree que es algo que le está pasando a todos: “es cambiar una posición, te re criticas un montón de cosas y te planteás cómo debería ser la manera en que se juzga al otro, desde qué lugar. Y es algo que estamos aprendiendo todos, porque el feminismo es algo que se está construyendo”.
Sobre separar al artista de la obra, son tajantes al decir que no corresponde, pero más aún si es un proyecto solista. Nina dice que no puede separar a la persona de su obra, por fantástica que sea su música si “él sigue siendo un forro”. Es tajante en que “si esa persona es un abusador, es un abusador”. Un caso es el de Cristian Aldana, de El Otro Yo, quien enfrenta “la acusación de abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante y corrupción de menores en siete oportunidades”, “yo creo que nunca más escuché El Otro Yo y yo era muy fanática. El segundo recital de mi vida fue de EOY y tenía catorce años”, cuenta Anabella.
La responsable de los teclados cree que se debe evaluar cómo cada persona debería actuar, cómo “nos relacionamos y vinculamos”. María agrega que “ahora identificamos situaciones que antes naturalizábamos y nos parece que están mal, pero también es loco porque todos somos machistas. Todos nos criamos en una sociedad machista, todos tenemos un montón de preconceptos sobre nosotros, los otros, entonces es difícil juzgar. Cuándo uno no hizo algo que en realidad está mal. Cuándo una no ocupó un par criticándolo por tal o cual forma y de repente todos nos rasgamos las vestiduras y todos somos los mejores, los más buenos… Y es mentira. Me parece que tenemos que ser críticos y revisarnos”.
Nina dice que no puede separar a la persona de su obra, por fantástica que sea su música si “él sigue siendo un forro”
La sobremesa
Actualmente, en Argentina, están explotando artistas y cantantes relacionados al género urbano, Paulo Londra, Cazzu y Khea son ejemplos de reggaetoneros y trapperos que la están rompiendo allá y en otros países del mundo. A Pablo le parecen curiosas algunas formas de trabajo que tienen, como, por ejemplo, que no lanzan discos sino que sólo simples y mixtapes, también que la cantidad de oyentes mensuales que tienen en Spotify es cercana a la de los Strokes. “Nos gustan, somos muy abiertos en cuanto a géneros de música, no es que nos vamos a poner a rapear en un disco”.
El guitarrista da cuenta cómo funciona la industria musical, muchas colaboraciones y remixes, y cómo está repuntando con lo servicios de streaming. Mica recuerda que hace poco les preguntaron por qué hicieron un disco, y entre todos responden que no se imaginan trabajar de otra forma, les hace sentido que los álbumes sean una obra de arte. María, eso sí, aclara que no le ven nada malo a lo comercial, es otra cosa, que no son ellos.
Las Ligas Menores no ha parado desde el 10 de mayo, cuando salió Fuego Artificial, han estado tocando en fechas importantes, juntando ideas y viajando dentro y fuera del territorio argentino. Nos revelaron que están cocinando -y ya casi sale del horno- el videoclip de la primera canción del disco, ‘Peces en el Mar’ (que lo hizo Felipe Quintans) y que planean hacer otro, pero aún está en las ideas.
Algunos de los deseos a futuro de la banda es hacer otro disco -“en menos de cuatro años”-, volver a Chile en verano, tal vez con otra banda de Laptra, a México, pero no se ponen metas. Lo que les ha pasado ocurrió porque estaban dispuestos a que pasaran.
Era su último día en nuestro país y quisimos saber lo que más disfrutaron y lo que menos les gustó, el viaje en teleférico, la ciudad de Valparaíso, la fecha en Cine Pirata y el trato de sus anfitriones se llevaron el premio, pero el frío se las dio de antagonista e hizo sufrir al quinteto.
Antes de irse, tomaron otra ronda de té, nos acabamos la palta y los dulces y ellos no sólo nos dejaron invitados a su tocata en el Centro Arte Alameda sino que, sin previo aviso, nos regalaron su disco y nos dejaron aún más felices de lo que estábamos.
