Logo principal Picnic
Menu
Inicio > Entrevistas > La unión hace la fuerza: la colectividad del futuro

La unión hace la fuerza: la colectividad del futuro

27 . 03 . 2018, 7:13 pm

Voy y vuelvo en Cumpleaños Zilla Records – Loreto Urquieta Si hace una década me hubieran dicho que la industria musical chilena estaría en la cúspide de Latino américa probablemente no me lo habría creído. Sí, en nuestro país siempre han existido una gran cantidad de proyectos interesantes, pero lo que se ha vivido hace […]

Por

Voy y vuelvo en Cumpleaños Zilla Records – Loreto Urquieta

Si hace una década me hubieran dicho que la industria musical chilena estaría en la cúspide de Latino américa probablemente no me lo habría creído. Sí, en nuestro país siempre han existido una gran cantidad de proyectos interesantes, pero lo que se ha vivido hace unos cuantos años marca un antes y un después en la música nacional. La proliferación de bandas y solistas de gran calidad, pavimentaron el camino para los músicos que vendrán. Parte de este fenómeno se debe al gran desempeño que han cumplido los sellos independientes más populares, tales como Piloto, Sudamerican Records o el retorno de Cazador, por nombrar algunos. Sin embargo, resultaría un retroceso quedarse estancado en el éxito actual, por lo cual se ha visto un nuevo resurgir de sellos y colectivos que dan vida a la pujante escena chilena.

Con casi dos años de vida, Zilla Records ha logrado a pulso hacerse un nombre dentro de la escena nacional. Compuesto por Planetario, Artificiales, Voy y Vuelvo, Hola Extraño, Trama y Coloresantos el sello viene a revitalizar la escena local con sonidos e ideas nuevas que refrescan el panorama. Este grupo de amigos sintió la necesidad de crear su propio espacio, donde pudieran mostrar y apoyar mutuamente su música, “nos acomodaba mucho tocar juntos, nos pasábamos los datos y nos ayudábamos con cosas extra-musicales. De a poco nos fuimos dando cuenta de que este trabajo en conjunto era algo super necesario para poder conseguir cosas, por lo que decidimos avanzar hacia algo más establecido.”, expone Wally, vocalista de la banda Voy y vuelvo y miembro fundador de Zilla Records.

La agrupación, nacida de las buenas relaciones entre sus integrantes, es enfática en la cooperación como punto de partida para todo buen proyecto mutuo, “gran parte de las decisiones se toman pesando en el bien común y en que es lo más beneficioso para todas las bandas en el corto, mediano y largo plazo. Tener una relación de amistad ayuda mucho a que esas cosas se den.” Por otro lado, el sello en su corta trayectoria ha sabido inaugurar nuevos espacios, como Elefanfest o el festival Verano Mágico, fechas que abren las puertas a proyectos emergentes. “Crear nuevas instancias es una misión que todos los sellos, colectivos y artistas tenemos. Las malas condiciones que hay para que el arte se desarrolle acá en Chile pasan por muchas cosas y el déficit que tenemos tanto en cantidad como en calidad de espacios es una de ellas. En un principio tuvimos que limitarnos un poco a lo que ya estaba, pero a medida que hemos ido avanzando hemos podido ir diversificando un poco el asunto, es cosa de explorar, de jugársela y de aplicarse.”

El futuro se viene movido para Zilla, las constantes ganas de innovar se plasmarán en un 2018 lleno de lanzamientos, “casi todas las bandas de nuestro catalogo estrenarán su primer LP y sabemos que eso será un paso grande para ellas. Frente a eso, nuestra misión es poder apoyar esos lanzamientos de la mejor forma.”

La búsqueda de nuevos espacios es una motivación que recorre la mente de la mayoría de los artistas locales, y al igual que Zilla, Colectivo Neón busca ampliar la escena local. “Partir siempre resulta difícil, por eso decidimos unirnos varias bandas y así lograr un apoyo mutuo”, relata Salvador García quien forma parte de Neón, agrupación que aloja a las bandas Los Ruderichs, Bonsai, Lemonade, y Nogales. “La idea nace de Pablo Torres, Bruno Magnani (ambos de Los Ruderichs) y Jorge Rojas (ex Hora Punta, actual Lemonade), quienes sentían la necesidad de unirse con bandas de una misma escena para sacar tocatas y lograr abrir más espacios. Además, buscamos apoyarnos entre artistas emergentes de manera cooperativista y más amigable con nuestros propios pares.”

La asociación oriunda de la zona sur de Santiago busca ampliar sus fronteras y sumarse a una más variada gama no solo de localizaciones, sino también de sonidos y artes, “al principio las bandas eran del sector sur, pero ahora nos estamos expandiendo y no nos importan tanto de donde sean los proyectos, por otro lado estamos agregando más que músicos. Siempre estamos buscando fotógrafos y artistas visuales que se interesen en la cultura.” El colectivo ya se encuentra en proceso de crecimiento y creó lazos con la escena musical de la V región en “Un verano naranja“, fecha que los llevó a tocar por primera vez fuera de Santiago.

Fabián Vergara y Roberto Aldunate son dos estudiantes de la Escuela Moderna, que queriendo poner su granito de arena emprenden la creación de Banana Colectivo, “la agrupación parte para suplir nuestra inquietud de involucrarnos y aportar a la escena nacional de música”, narra Fabián. Ya dentro del circulo musical se percatan de las pocas instancias que existen y deciden no quedarse de brazos cruzados: “encontramos que hay muy pocos espacios y oportunidades para las bandas, lo que creó en nosotros una necesidad de crear nuevas instancias para mostrar parte de la gran cantidad de bandas que existen, y así al mismo tiempo generar más redes.”

No solo de eventos se trata Banana, ya que quisieron innovar y el año pasado presentaron “Sesiones Banana”, presentaciones de bandas nacionales en Youtube, que ya ha contado con Arrecifes, Planetario, No tan humano, entre otros. “Las sesiones han sido una experiencia de aprendizaje, desde un principio quisimos hacerlas inspiradas en la calidad de sesiones que veíamos, invitando a bandas que nos gustan. Terminamos la primera temporada, con buena respuesta y resultados, y para este año estamos preparando una segunda temporada.”

Dolorio y los Tunantes – Carlos Molina

Transcurre el año 2014 y la falta de oportunidades se transformaría en la piedra base para la formación de Sello Fisura. La casa discográfica, que dio sus primeros eventos en la Sala Elefante, ha logrado graduarse con éxito si hablamos de abrir espacios. Una muestra de esto son las dos fechas de “Ciclo Fisura” realizados el 2014 y 2015. En palabras de Rodrigo Herbage (Dolorio y los Tunantes), miembro fundador del proyecto, “ante la falta de una política que se oriente a generar y mantener espacios para la presentación no sólo en música sino de las artes escénicas en general, los espacios permanecen vulnerables”, el músico se muestra tajante y nos cuenta que existen más trabas de las que se podrían imaginar para mantener a flote los espacios actuales.

“Se encuentra harto obstáculo para armar un espacio con todas las de la ley, y para los que la poseen, mantenerlo es otro tema. Los espacios más DIY ante esto se tienen que mantener bajo normas bien estrictas para su funcionamiento, cosa que a veces choca con las necesidades de los artistas para crear una puesta en escena de acorde a lo que quieren plantear. En ese sentido, creo que la mayoría de los espacios se sostiene por la voluntad personal de algunas personas muy motivadas, lo cual es genial, pero dificulta su permanencia en el tiempo.”

Desde el sello, que acoge a Dolorio y los Tunantes y Columpios al suelo, ven con buenos ojos la gran cantidad de agrupaciones que han surgido el último tiempo, “una metodología de trabajo ayuda a encausar algunos anhelos que pueden parecer muy abstractos. Fijar algunos objetivos ayuda a que las ganas no se vean mermadas por la ansiedad, a mi parecer, principal enemigo de llevar a cabo un proyecto. Que exista un desarrollo de sello o colectivo ayuda en general a armar un panorama interesante en el que haya un rollo de por medio”

“Con Fisura continuaremos sacando discos a nuestro ritmo, haciendo eventos y llevando la distribución digital de los artistas o bandas que quieren subir su música a las plataformas de escucha modernas. Hemos sido de crecimiento lento pero constante, no hay mayor prisa. Hay algunas mociones de hacer cosas nuevas, pero se irán arreglando a medida que haya disposición para ellas, somos un equipo muy pequeño y quizás es mejor así.”, cierra Rodrigo.

Si ya de por sí se hace difícil conseguir buenos espacios en Santiago, en las regiones la cosa se pone aún más difícil. La capital alberga oportunidades que a los extremos de nuestro país se ven aún muy difíciles, la centralidad ayuda la conexión entre sellos y las mismas redes comunes hacen que tocar semana a semana sea algo un poco más sencillo. No todo es negro para las regiones, ya que al igual que en la gran urbe santiaguina se están creando colectivos de gran nivel.

“El sello nace de la necesidad de abrir espacios a la música proveniente de Antofagasta”, dice orgullosamente Mauricio Muñoz, productor de Lagartija Records y baterista en Los animales también se suicidan. La colectividad nacida el 2014, nace en Santiago pero opera tanto en Antofagasta como en la capital, “con Koke Parraguez (vocalista, guitarra y bajo en Cangrejo) nos conocimos estudiando sonido en Santiago, los dos éramos de Antofa pero nunca habíamos trabajado juntos. Decidimos armar un sello para potenciar nuestros proyectos ya que nos habíamos dado cuenta de lo difícil que es tener feedback de locales, medios y audiencia sin algo que nos respalde.”

El colectivo en sus casi 4 años de vida, inconforme con los pocos espacios que existían, ha decidido abrir los suyos propios, organizando periódicamente festivales de alto nivel tanto en la capital como en el norte. Ellos son responsables de los ya archi conocidos Festivales Psicotrópicos y del festival Entre cerros y mareas, que reúnen lo mejor de la actual escena y de los nuevos músicos que vendrán, El cómodo silencio de los que hablan poco, Medio Hermano, Animales extintos, Amarga Marga y Adelaida son parte de los artistas que han participado, además de los dueños de casa en Lagartija, Los animales también se suicidan, Cangrejo y Charlie Guns. “Lo que nos motivo fue poder tocar en vivo, mostrar lo que hacíamos a más gente, y como no nos conocían decidimos hacer nuestras propias fechas, de ahí nacieron ciertos conceptos que con el tiempo fueron agarrando mas forma, como los Minis Festivales Psicotrópicos, Festival Playa y el Festival de Música Independiente que se transformó en el Entre Cerros y Mareas.”

 Charlie Guns – Tony Quirante

Trabajar tanto en la capital como en Antofagasta no ha sido un impedimento, por el contrario, solo ha reforzado la posición de Lagartija dentro de la industria nacional, “al comienzo igual nos sentíamos como colados acá en Santiago, pero con el tiempo esa sensación fue cambiando, a medida que conocíamos a más personas todo se hizo más amigable. Operar en Antofa y Santiago es algo que nos identifica y enfoca nuestro trabajo, lo que últimamente ha dado sus frutos, ya que a los sellos y a las bandas les interesa cada vez más desbloquear el norte y es bacán ayudar a que suceda y así entregarle música en vivo contingente a la audiencia nortina. Por otra parte, visibilizarnos como el sello antofagastino en la capital era una de nuestras metas y creemos que la estamos cumpliendo. Esperamos tener un 2018 aún mejor, se viene el primer disco de Los animales también se suicidan, el segundo ep de Charlie Guns, el tercer disco de Cangrejo y la nueva producción de Kaskivano, así mismo se viene una nueva versión del Entre Cerros y Mareas y el primer ciclo de Minis Festivales Psicotrópicos en Antofagasta.”

Uno de los sellos que han hecho algo más que abrir espacios es Recolector. Adicionalmente de periódicamente estar sacando fechas con los regalones de Técnicas manuales, el sello de la V región puso manos a la obra y organizó el “diplomado de Anti-Producción”, un evento enfocado justamente a llevar a cabo mejores eventos, pasando desde lo técnico hasta la publicidad, “caía de cajón hacer el diplomado porque es parte de nuestras preocupaciones y veíamos una necesidad apoyada también por otros productores, además que encarna muy bien el espíritu y la identidad de Sello Recolector, de apoyar la apertura de nuevos espacios de participación para públicos, audiencias y creadores, nuevas condiciones que propicien el desarrollo de los contenidos de valor, que de lo contrario se pierden.”, asevera Matías Mancisidor, director de Sello Recolector.

Al igual que sus colegas, Matías reconoce las pocas oportunidades, sobre todo siendo de región, pero se muestra esperazado por cambiar el panorama, “las oportunidades que tenemos en comparación con lo que pasa en Santiago, son desiguales, brutalmente desiguales, pero hay que saber crearse las oportunidades y dejar de llorar. Por último, se genera un orgullo y sentido de pertenencia, cuando te cuesta el doble o el triple sabes perfectamente cuanto vales y eso es muy enriquecedor para el espíritu y el carácter.”

El sello concebido en Valparaíso el año 2012, conformado por Matías Mancisidor, Pablo Rivas y Nora Madariaga, nace con el afán de rescatar y dejar un registro de todo lo que pasaba alrededor de sus fundadores, “partimos sin saber absolutamente nada de cómo funcionaba el mundo de la música y hoy somos como enciclopedias ambulantes con mucho conocimiento y experiencia. Han sido casi 6 años, pero se sienten como si fueran muchísimos más, el cambio ha sido brutal para nosotros, sin embargo, el fuego que alimentó el espíritu de ese primer recolector es el mismo que hace latir el corazón del de hoy. Antes de iniciar el sello, miles de veces deseamos tener un registro de una banda que recordábamos haber visto en vivo y que no existía, eso alimentaba la idea del sello, hacer un registro fonográfico es también registrar un tiempo, sacarle una foto a una época, y nos dimos cuenta que podíamos hacer algo con eso y que nos podía hacer felices”.

“Hoy en día no tiene sentido intentar un modelo anacrónico de un sello transnacional de los años noventa, entonces es necesario innovar y así Sello Recolector se transforma en una plataforma de producción musical, cultural y creativa que nos permite desarrollar distintos intereses, fortaleciendo los procesos de manera complementaria, y generando múltiples proyectos. En general nuestras áreas de trabajo actual son el desarrollo y representación artística, la formación profesional y la formación de audiencias, y la producción de eventos.”

El 2018 será un año ajetreado en Recolector, puesto que lanzarán 3 nuevos trabajos, sumado a la programación anual de tocatas y eventos, serán pioneros creando su propio festival. Como si fuera poco, implementarán un curso formación de audiencias en colegios de la V región y otro programa de formación profesional para agentes del sector musical.

Los tiempos cambian rápidamente, y aunque a momentos se vea imposible, es necesario adaptarse. Por suerte para el público, la cosecha de bandas nunca termina, y son justamente estos colectivos los que dan vida a los nuevos sonidos. Las nuevas formas de relacionarse y las nuevas formas de crear redes hablan de una industria que está madurando, aprendiendo no solo de sus errores, sino que también busca las formas de mejorar e innovar. El panorama está cambiando día a día, actualizándose y acogiendo nuevas propuestas lo que hace que el trabajo realizado por las colectividades repartidas a lo largo de todo el país tenga cada vez más sentido. Señores, la escena no está muerta.

Técnicas manuales – Cerro

Te puede interesar

Etiquetas

Lo último