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Usted Señalemelo: “Siempre tenés que separar la obra del artista”

4 . 03 . 2018, 6:23 pm

Entrevista por Francisco Guerra Fotos por Cristóbal Muñoz Herrera. Eran, no sé, las cinco y yo seguía en el trabajo. Tenía que irme de Ciudad del Niño a Santa Isabel, pero los clientes seguían llegando. Pedí permiso y me fui. Tuve que cambiarme de polera y echarme desodorante mientras caminaba, si no qué asco. Me […]

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Entrevista por Francisco Guerra
Fotos por Cristóbal Muñoz Herrera.

Eran, no sé, las cinco y yo seguía en el trabajo. Tenía que irme de Ciudad del Niño a Santa Isabel, pero los clientes seguían llegando. Pedí permiso y me fui. Tuve que cambiarme de polera y echarme desodorante mientras caminaba, si no qué asco.

Me junté con mis compañeras de Picnic, vimos los últimos detalles y partimos a Plaza Victoria. Ahí, los protagonistas de esta nota tocaron unas canciones en formato reducido: sinte, guitarra acústica y esa batería digital que no cacho cómo se llama.

Antes de que empezara todo, saludamos a Pía de Club de Amigos (<3) y nos dijo que los chicos estaban junto a la salida que da a Vicuña Mackenna, hablando con el colega Pato Pérez (<3). En poco rato iba a comenzar el vacile veraniego. Subimos a las dependencias de Disco Intrépido y nos encontramos con un lleno total. No sabíamos por dónde pasar ni cómo íbamos a grabar, el calor ya mojaba nuestros cuellos y frentes.

El núcleo de Usted Señalemelo (sin tilde por decisión de la banda) interpretó canciones como ‘La Bestia’, ‘Agüetas’ y ‘Agua Marfil’, y con la icónica máscara verde, bautizada como L4 C4G4D4, Juan recorría frecuencias como quien recorre la playa en busca de estacionamiento; Cocó hacía gala de su característica habilidad con las seis cuerdas y Lucca golpeaba sin asco los pads. Algunas personas dirán que faltó un bajo o los coros, yo creo que la gente que acompañaba a los mendocinos fundían esos dichos.

Al término de la presentación, bajamos al patio del recinto a respirar. Llegaron los chicos y, después de bajar mi temperatura corporal, fui a curiosear con los cinco, pues Sasha y El Zurdo se habían sentado a la mesa. Hablamos de todo un poco, agazájense.

Entre bromas y risas les pregunté sobre su llegada a Santiago, llegaron “a la una, muy puntual” y comieron donde los tíos de Juan, “pizzas caseras y empanadas ssshilenas, hueón”. Les advertí sobre las hueás que hablaríamos, compartieron algunas palabras del léxico trasandino como “copado es que te gusta algo, que está cebado”, “cebado es por el mate, no sé por qué. Es como estar arengado.” El Zurdo interrumpió a Juan y puso sobre la mesa su conocimiento de mundo, o algo así, “por ahí hay una parte del motor que se llama cebador, que es el que le da la nafta (combustible)”.

Hace un tiempo, Lucca tocó en un homenaje a Gustavo Cerati, por lo que quise preguntarle a los chicos a quién más les gustaría homenajear: “A Charly, puede ser”, dijo Cocó y el resto compartió. Juan bromeó con hacerle uno a Luis Miguel, “ni en pedo, lo dije hueviando” explicaba mientras el resto coreaba “Suave” del álbum Aries.

Hay gente que es mala para administrar sus tiempos, no puede estudiar y trabajar, o tener dos empleos. Juan trabajó de garzón justo cuando estaban por grabar el segundo disco y “básicamente me robó la vida un año”. “Nosotros nos juntábamos de noche a grabar y él siempre trabajaba en la noche noche, ni estaba, entonces no nos podíamos juntar siempre” recordó Lucca. Yo les pregunté si se les pasó por la mente grabar separados, como con el celular, y me respondieron que lo hicieron para el primer disco, pero claramente prefieren juntarse. “Lo divertido es eso, juntarse en el estudio a flashear lo que sale ahí” confirmó Cocó.

“¿Para vos hay influencias chilenas en el disco?”, Lucca me cambió de lugar y yo respondí “yo les pregunto a ustedes”. Quedó todo como antes, pero, además, nombraron a Ases Falsos y Astro como referencias en su música.

Hablando sobre Ases Falsos. Les dije que en Chile han perdido una parte de su fanaticada después de los dichos de su vocalista, Cristóbal Briceño, sobre el movimiento feminista y las últimas elecciones presidenciales, ¿cómo afecta eso a Usted Señalemelo como banda o incluso como fans? Me comentaron que ese tipo de noticias, más “faranduleras”, no llegan a Mendoza ya que no viven el “día a día de Ases Falsos” y, por lo mismo, no repercute como acá.

Quise saber si separan la obra del autor y si les afectan algunas acciones de estos últimos, Juan fue tajante: “Ni en pedo. Siempre tenés que separar la obra del artista”. Lucca lo respaldó y ejemplificó con que “hay casos de gente que estuviste escuchándola toda la vida y después te enterás una cosa y eso no va a cambiar lo que fue toda tu vida escuchar a esa banda”. Cocó recuerda que en Argentina también han pasado un montón de situaciones: nombran al Pelado Cordero y lo que pasó con El Otro Yo, pero aclaran que con ellos “tampoco te vas a juntar a tomar una birra por ahí”.

El baterista también tiene claro que entre su círculo cercano eso no va a pasar: “Somos muy conscientes, todo el tiempo hablamos estas cosas y también somos más reservados. No sé, eran otras épocas cuando pasaba todo eso. Hoy llegas a mandarte un mínima cagada y todo el mundo se entera”.

Le pedimos a los chicos un consejo para aquellas bandas que no son de la capital y que se rehúsan a venir, como ellos no se van a Buenos Aires, y se refirieron a las bondades de la red, que permiten hablar con tal o cual productor de un festival o promocionar tu música desde casa, sin embargo, hicieron énfasis en que “nunca hay que dejar de viajar”.

Al preguntarle a Juan sobre su perspectiva en cuanto a las letras de ambos álbumes, nos dice que “éramos re pendejos en el primer disco, y las letras son muy psicodélicas y fantasiosas. Y las del segundo ya son más adulto-melancólico”. Además, agregan, que las canciones del álbum homónimo son más de ensayo, del momento, mientras que las de II tuvieron más del juego que hacían Lucca, Cocó y Juan en el estudio.

De puro sapo

El gato de Lucca grabó cerca de una hora su ronroneo para el décimo tema de II, ‘Tu Salto’. Dos de los cinco perros de Juan “se fueron de gira” por tres días y volvieron al cuarto día, como si nada, llenos de barro, “estuvieron de carrete cuatro días, los chabones”, pero sanos y salvos. Cocó tenía una gata tricolor, llamada Ramona, que falleció hace muy poco y que, una vez cuando tuvo hijos, todos se murieron, excepto el que le regaló a Luca Bocci, el único que está vivo.

Los chicos también tienen anhelos, como tocar en escenarios grandes, “la cancha de la lepra (apodo del Club Sportivo Independiente Rivadavia)” pensó Gabi, Lucca flasheó con tocar en la Isla de Pascua, con los Moai de fondo y Juan se vio tocando en la montaña en Mendoza. Incluso se sienten preparados para tocar en el Festival de Viña, ya sea el año que viene, la semana pasada o el año anterior.

Si cada uno pudiera pedir un deseo, así como en los padrinos mágicos, ¿cuál sería? El Zurdo pararía el tiempo para tomar prestados autos y sintes, Juan viajaría en el tiempo, al futuro y al pasado, Lucca loopearía la comida “comería, volvería una hora, comería, volvería una hora”, y a Sasha le gustaría ganar un mundial junto a todos los pibes y Cocó, más humilde, quiere un saxo.

Finalizó todo y yo volví a casa con ganas de verlos en la Sala Italia.

***

Después de trabajar, ver a Perras on the Beach en Loreto y seguir trabajando, llegó el momento y, luego de hacer una larga fila, entré a previar con Briceño, quien no dudó en sacar a flote las emociones de sus seguidores, A Veces Amanda que hicieron bailar a los más quietos y Protistas que cantaron hit-tras-hit, con la ayuda de Niña Tormenta, como los grandes suelen hacer.

Los mendocinos subieron entre vítores y palmadas al escenario, parecían futbolistas. Nada auguraba un mal comienzo. Bueno, no fue un comienzo porque los problemas técnicos de cables, retornos y micrófonos no dejaba tocar al quinteto. Pasaron varios minutos, que para la hinchada parecían horas, ya se impacientaban cuando todo comenzó a sonar. Entre los olé, olé y los usted, usted, partió la batería de Lucca, el bajo de Sasha, la guitarra de Cocó, el sinte de El Zurdo y la voz de Juan.

El público, empapado en sudor, aplaudía su amor a Usted, y Usted le respondía.

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